¿Sabías que el 70% de los estudiantes no utilizan técnicas de estudio adecuadas, lo que afecta su rendimiento y aumenta el estrés? En Logros Académico, no solo te ofrecemos tutorías personalizadas, sino que te ayudamos a desarrollar las habilidades de estudio que necesitas para sobresalir en cualquier materia.
Nuestros tutores no solo te enseñan la materia, sino que te ayudan a aplicar estas y muchas otras técnicas que te harán destacar en tu vida académica. Nuestro objetivo es que desarrolles una mentalidad de aprendizaje efectivo, no solo para pasar exámenes, sino para que cada conocimiento sea duradero.
La Organización es clave
Divide tus sesiones de estudio en bloques de 25-30 minutos con pausas de 5 minutos (técnica Pomodoro). Esto ayuda a mantener la concentración sin agotarte.
Entre los hábitos de estudiantes exitosos, sin duda alguna el más importante es organizar tiempos. Esto quiere decir que debes escoger el momento del día en el que te sientes con más energía y más animado para estudiar, y también debes organizar cuánto tiempo vas a estudiar por materia (en caso de que tengas varias). Por ejemplo, puedes crear un calendario semanal de las cosas que tienes que hacer y verás que con la práctica podrás llegarte a organizar mensualmente.
Haz resúmenes y mapas mentales
Al reorganizar la información en tus propias palabras, tu cerebro la retiene mejor.
Sintetizar el contenido en tus propias palabras mejora la comprensión y la retención de la información. Los resúmenes obligan a identificar las ideas clave y reducir los conceptos a su esencia, lo que facilita la memorización. Los mapas mentales, por su parte, organizan la información visualmente, conectando ideas relacionadas mediante diagramas y colores que activan el aprendizaje visual y espacial. Este proceso también permite al cerebro relacionar el nuevo conocimiento con lo que ya se sabe, fortaleciendo aún más la memoria.
Estudia activamente
No solo leas; realiza preguntas, resuelve problemas y enseña lo que aprendiste a otra persona.
Implica ser un participante activo en tu aprendizaje, en lugar de simplemente leer o escuchar. Esto incluye realizar prácticas como hacer preguntas sobre el material, explicar los conceptos en tus propias palabras, y resolver problemas relacionados. También puedes probar la autoevaluación, haciendo preguntas o simulando exámenes sobre el tema para reforzar la memoria y la comprensión. Al estudiar activamente, fortaleces tu capacidad de retención y dominas los conceptos, logrando un aprendizaje más profundo y duradero.
Fija metas claras
Establecer metas específicas y realistas en tu estudio te da dirección y motivación. Al definir exactamente qué deseas lograr, como completar un capítulo, dominar un tema o resolver una cantidad de problemas, enfocas tu atención en objetivos alcanzables y medibles. Este enfoque permite organizar el tiempo y los recursos de manera eficiente. Además, cada vez que alcanzas una meta, sientes un impulso de logro que te motiva a continuar y mantiene el proceso de aprendizaje positivo y progresivo.
Descansa bien
El descanso es fundamental para consolidar lo que aprendes. Mientras duermes, el cerebro procesa y organiza la información adquirida durante el día, fortaleciendo las conexiones neuronales necesarias para recordar y comprender mejor los temas. Dormir bien también mejora la concentración, el estado de ánimo y la creatividad, factores clave para un estudio efectivo. Intenta dormir de 7 a 9 horas cada noche y evitar la cafeína o pantallas antes de acostarte, para que el sueño sea reparador y te permita afrontar el estudio con energía renovada.